La Neuropsicología infantil se encarga de estudiar las relaciones entre la conducta y los procesos cognitivos, y el cerebro en desarrollo. Dentro de esta rama de la psicología encontramos pacientes afectados a nivel cognitivo, conductual y emocional desde la infancia más temprana hasta la adolescencia. La causa de estas dificultades puede ser de diversa índole, desde el daño cerebral perinatal (como la parálisis cerebral), trastornos del neurodesarrollo (autismo, TDAH…), trastornos congénitos (trastornos metabólicos o genéticos), daño cerebral adquirido (traumatismos craneoencefálicos, infecciones del SNC, accidentes cerebrovasculares, epilepsia…) o trastornos del aprendizaje (dislexia, discalculia, trastornos del aprendizaje no verbal…).
El objetivo del neuropsicólogo será realizar una evaluación exhaustiva de las dificultades presentes por medio de pruebas específicas y estandarizadas para población infantil y la observación en contexto natural (casa y escuela). A partir de la información obtenida se realizará una valoración y una posterior intervención ajustada al caso concreto en colaboración con la familia y escuela. Por medio de la intervención neuropsicológica se busca mejorar los déficits observados en los diferentes ámbitos (alteraciones cognitivas, cognición social, desfase curricular escolar, dificultades en lectoescritura y cálculo…), así como tratar de reducir una posible disincronía entre la edad cronológica y la edad mental.
